
poesía,
yo levanto mi cabeza
miro la bóveda del techo
los frescos pintados
las imágenes celestiales;
pienso en los sexos
en la ingrávida languidez
de esas mujeres desnudas
y por unos instantes especulo
si dios habrá tropezado con sus ninfas
o con algún sacrificio de amor
mientras los poetas siguen leyendo
poesía,
y los arcos y las flechas
que apuntan desde allá arriba
hoy no aparentan ofrecer
su acostumbrada puntería
1 comentario:
qué bueno, roberto, me encantó!
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