Una mueca sin sonrisa
diluye sus adentros
a contramano del reloj,
una sombra vacía que aparece
que se vuelve gris y encendida
que dice y grita
One Love
One Love;
como cenizas de arrabal
como voces quebradas
la madrugada sólo es tiempo muerto
un lugar donde alguien repite
One Love
One Love
y calla;
donde la noche
impávida
continúa…
Estoy acostumbrado a acostumbrarme / con el insignificante sentido de las palabras / y no sé si el hombre le dio horas al tiempo / o el tiempo horas al hombre. Estoy libre en mis prisiones / calma siniestra por escapar / y no sé si los dioses crearon / el mundo para los hombres / o los hombres el mundo para los dioses / Estoy viviendo mi muerte / tácito pasillo que aborrece de oscuridad / y no sé si soy yo quien intenta escribir / o escribe quien intenta ser yo. "Hombre" de Fabricio Simeoni
22 de agosto de 2009
ONE LOVE
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