descalzo,
pisaré una botella rota
sangrarán mis pies,
el rastro dejará sus huellas,
será un aviso;
pisaré ignorados emblemas
como atisbo de cicatrices,
señales ocultas
para sepultar el olvido;
descalzo,
observaré los mismos paisajes
de siempre;
vastas nimiedades
en la profundidad del día.
II
Huecos,
de prismas incoloros
de voces diluidas
de oropeles
un abrazo partido
apenas
amasija la carne,
desaparece
leve,
esta brisa no sustenta
sino partículas.
III
¿qué habrá sido?
¿qué habrá sido de la luz
de Eva pariendo?
de su espejo reflejando
mujer y luna
¿qué habrá sido de la sortija
de Eva pariendo?
de la que soñaba entre crisálidas
de agua y barro
¿qué habrá sido de los labios
de Eva pariendo?
de su indescifrable marea
de carne y piel
¿qué habrá sido?
IV
En cada lluvia
me disfrazo de gotas
me escondo de nubes
y desaparezco
- juego a ser invisible
en mis rondas nocturnas -
hace tiempo que lloro
sin despertar
miro los relámpagos
frente al río
y espero...
V
algo esfumó el incienso
las nubes negras
algo fugó en la noche
con la última tormenta
a marcha lenta caminan las horas
desde un siniestro reloj
a marcha lenta llegan indicios
de una larga ausencia...
VI
yo maté la magia
de las noches de luna
su vida misma
maté a conciencia
no hubo disparos
yo maté la magia
de las noches de luna
soy un asesino estéril
VII
mi madre decía cosas
que no entendía
yo miraba sus ojos
buscaba sus manos
el frío de una cama
separó los restos
las despedidas
mi madre llora sus besos
desde la ventana...
VIII
inmóviles
la sangre y la muerte
forman fila;
se hablan sus palabras
se cuentan sus historias
se consuelan
se resignan
y en algún lugar
vuelven a morir
IX
temblar
perdonar
como en tiempos
de ávida cosecha
como en penumbras
de una vela
temblar de miedo
perdonar de dolor
guardo esos últimos recortes
de tu sabor desnudo
X
yo no quiero lastimar con palabras
ni con sustancias inflamables
ni con silencios
nadie pierde lo que encontró
ni lo que lleva dentro
ni lo que clavó alguna vez
la última imagen
es una escena de marionetas
una musa desnuda
y un barrilete muerto
XI
la noche se abre
y unos ojos cerrados
calman la sed
con estelas de rocío
¿habrá consuelo
para tan pocas palabras?
¿vendrán acaso los reinos?
sin respuestas
la verdad se desnuda en excusas,
con las plegarias dormidas
alguien vibra,
vende migas de su alma por monedas
y espera,
y no alcanza...
XII
a propósito de Romina Tejerina
santa madre
santa mujer
matar al hijo
morir de a poco
sangran sus manos
sin cordón
XIII
un testigo inmóvil,
primera persona del verbo
estallando entre las manos;
una verdad enmascarada
vuela sobre sus pasos
y la manta del perdón;
la pereza del diablo
lame una piel desnuda
como ronda de castigo
y nebulosa de preguntas;
soy el que siempre busca,
el que nunca recuerda;
soy el rostro del único perfil
que puedo mostrar
XIV
hubo comunión
de sedientos animales
quedan vestigios
de festines indiscretos
ella esfumó su magia
su velo de percal
él oscureció sus instintos
sus palabras sin aviso
aguardan cicatrices
sangre coagulada
otros amasijos
XV
a deshoras
el paisaje del miedo
acecha;
entre sábanas
la piel se desnuda,
algunas vergüenzas
se relamen,
los temblores azotan
con sus hilos de voz;
a deshoras
el paisaje del miedo
acecha;
perverso
el tiempo clavará
agujas en tu sexo
y gemirás...
XVI
la cara se desnuda
en un espejo de baño,
en el contorno
de un pezón,
en un enjambre
de manos sueltas;
todo es una blanca silueta
desvestida en el cristal,
reflejos de otros vientos
soplando en la pared
XVII
las sentencias deberían dictarse
lejos del vaivén de las marionetas,
el gesto de lavarse las manos
no agregar demasiados matices
a cortejos indecorosos;
“...sucede que todo está escrito...”
dicen agazapados los dioses
desde algún lugar
la vida, por su parte y por las dudas,
nos conforta con unos pocos brillos paganos
y oscurece pronto
según ritos y calendarios;
apenas a eso queda reducido
el tiempo de los hombres
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