
hasta quemar pólvora de un árbol,
algunas noches son blancas
corrosivas como el pánico,
una cicatriz rasgada por la tiza
pronuncia el grito de la sangre,
balas que hablan por sí mismas
tallan bengalas en el cuerpo
y en la matriz de la lengua
liban ciertas amarguras:
un inconsciente despierto,
unas horas son brillo,
un reloj desenfrenado;
algunas noches se vuelven malditas
bajo el insomnio del neón
1 comentario:
Un saludo.
Hermoso poema.
www.blasismos.blogspot.com
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