
Gerónimo tomaba mis dedos
uno por uno
estiraba las falanges
y sacaba mentiras
crujían fáciles en los meñiques
costaba un poco en los pulgares
Gerónimo miraba mis manos
una sobre otra
las apilaba con las suyas
y jugábamos el juego:
sus verdades importantes
mis mentiras sin recuerdo
3 comentarios:
momentos simples e inolvidables.. como en la niñez, parece el todo congestionarse en secuencias en el tiempo.
me ha gustado mucho.
un abrazo!
qué buen poema, roberto... tranquilo, seguro, sin complicaciones, seguramente como algo de esa infancia.
un fuerte abrazo, y qué bueno estar de vuelta por acá.
gracias Paula & Melina por darse una vueltita por acá
me gustaron sus comentarios
nos vemos
Roberto
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