Cúpula del antiguo Hotel Majestic vista desde la Bajada Sargento Cabral |
En la tempestad, una hendija de cielo entre las nubes
puede servir para mantenernos a flote y dejar de pensar en el destino como un
azar indefinido; o en todas esas caras borrosas con que sueñan nuestros ojos a
pesar de la tormenta, del viento, de la lluvia.
Es nada más que un pequeño pedazo
de cielo.
Tan sólo un instante.
Y alcanza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario