Estoy acostumbrado a acostumbrarme / con el insignificante sentido de las palabras / y no sé si el hombre le dio horas al tiempo / o el tiempo horas al hombre. Estoy libre en mis prisiones / calma siniestra por escapar / y no sé si los dioses crearon / el mundo para los hombres / o los hombres el mundo para los dioses / Estoy viviendo mi muerte / tácito pasillo que aborrece de oscuridad / y no sé si soy yo quien intenta escribir / o escribe quien intenta ser yo. "Hombre" de Fabricio Simeoni

11 de junio de 2012

Hendijas

Cúpula del antiguo Hotel Majestic vista desde la Bajada Sargento Cabral
En la tempestad, una hendija de cielo entre las nubes puede servir para mantenernos a flote y dejar de pensar en el destino como un azar indefinido; o en todas esas caras borrosas con que sueñan nuestros ojos a pesar de la tormenta, del viento, de la lluvia.
Es nada más que un pequeño pedazo de cielo.
Tan sólo un instante. 
Y alcanza.

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