SERÁS
Serás la calma,
las aguas quietas,
las hojas muertas.
Serás la luna,
el desierto
la cornisa.
Serás las ínfimas costumbres,
las dudas a cierta hora de la tarde
y el eco de una cuerda rota.
Serás el viento que detiene los mastines,
las olas bravas y arrebatadoras,
las plegarias y el perdón.
Serás presagios,
azar,
estigmas.
Serás las cruces que señalan el calvario,
las sentencias que esperan
y el oscuro sonido de inhóspitos días.
Serás el verbo,
el tiempo,
el fin.
Serás,
esencialmente,
insignificancias.
I
Oscuridades del pasado,
circulares ríos de deleite,
certezas, tristezas,
mi sombra muerta esperando
sin saber que habías partido.
II
El sol desnuda las cenizas del hastío
anegando los crispados bordes del vacío sueño.
Mis ojos miran las sombras que caen
y el crepitar de otros pasos horadan la hojarasca.
Pienso en aquella noche infernalmente larga
donde dijimos poco,
donde dijimos nada,
donde nos abrimos al silencio
como si fuera lo único cierto,
lo único posible.
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