Estoy acostumbrado a acostumbrarme / con el insignificante sentido de las palabras / y no sé si el hombre le dio horas al tiempo / o el tiempo horas al hombre. Estoy libre en mis prisiones / calma siniestra por escapar / y no sé si los dioses crearon / el mundo para los hombres / o los hombres el mundo para los dioses / Estoy viviendo mi muerte / tácito pasillo que aborrece de oscuridad / y no sé si soy yo quien intenta escribir / o escribe quien intenta ser yo. "Hombre" de Fabricio Simeoni

3 de septiembre de 2008

LA SONRISA DE VERDI

a Ricardo Guiamet
Diez partituras de Aida
estaban sobre un piano

apiladas, olvidadas
sin orden, sin compañía

parecían esperar nuevos destinos
luces de otras épocas

implorar tiempos mejores
las horas de los grandes escenarios

entonces vi sus manos inquietas
temblando como sólo tiemblan las hojas

y más tarde percibí el olor de la calle
impregnando aquellos viejos pentagramas

las notas oscuras, los papeles amarillos
mojándose con el rocío de la noche

yo vi esa escena inmóvil
como una máscara de cera

un restar diez menos uno
que poco y nada cambiaba

y fueron veinte metros o veinte segundos
de pensamientos irreversibles

pero juraría que escuché a un Verdi
real e inesperado

juraría que vi a ese mismo Verdi sonreír
cuando juntos doblaron la esquina

3 comentarios:

Marquinho dijo...

impecable y sutil, me gustó mucho. Un abrazo.

Lupus dijo...

gracias amigo
su opinión es tan valiosa como bienvenida
abrazo

maria con trenzas dijo...

te lo dije... lo lograste
percibí esa mirada cómplice
besos