Estoy acostumbrado a acostumbrarme / con el insignificante sentido de las palabras / y no sé si el hombre le dio horas al tiempo / o el tiempo horas al hombre. Estoy libre en mis prisiones / calma siniestra por escapar / y no sé si los dioses crearon / el mundo para los hombres / o los hombres el mundo para los dioses / Estoy viviendo mi muerte / tácito pasillo que aborrece de oscuridad / y no sé si soy yo quien intenta escribir / o escribe quien intenta ser yo. "Hombre" de Fabricio Simeoni

9 de julio de 2013

Fantasía de Invierno II


Esa tarde, el sol iba cerrando las puertas una por una y las sombras proyectaban sus siluetas como enjambres de falsos testigos sobre los adoquines de la calle.
Vi tus manos al alcance de las mías y, sin pensarlo, me animé a tocar la fría piel de los dedos.
En ese momento, los llevé a la boca sin disimulo mientras adivinaba los contornos de tus pezones acompañando los movimientos de mi lengua y palpitaba con el acelerado pulso de tu respiración, al igual que con las señales de otros deseos que intentabas ocultar y podía reconocer con facilidad.
Sin embargo, nada de eso sucedía con la mirada de tus ojos esquivando los míos, con la raquítica sonrisa que lucían tus labios transformados en una mueca y con la urgencia de un pronto adiós estampada en los gestos de tu cara.
Entonces, como una instantánea confirmación, giraste el cuerpo ofreciéndome tu espalda en signo de definitivo olvido y apuraste los pasos hasta doblar la esquina sin decir una sola palabra.
Esa tarde, el invierno parecía una máscara de silencio suficiente.
Luego, ya no volví a verte.  

No hay comentarios.: